lunes, 19 de febrero de 2018

Cartago vs Roma

Se enfrentan a muerte dos ejércitos muy distintos. Cartago, con un ejército enteramente mercenario conra las legiones de ciudadanos romanos. 
Cartago cuenta con las falanges de mercenarios griegos y con los temibles númidas a caballo. Los primeros son un arma imparable y los segundos una terrorífica caballería huidiza, resbaladiza y con una certeza con sus jabalinas letal.

Por contra Roma cuenta con sus poderosas y disciplinadas legiones formadas en tres filas y con una caballería torpe y lenta. Siempre los flancos son su punto débil.

La batalla se plantea de forma clásica. Roma tratará de enfrentar a su infantería antes de que sus flancos sean desbaratados. Cartago atacará en los flancos mientras aguantan los hoplitas. Mientras todas las tropas galas tratarán de internarse por los bosques amenazando a las legiones que se descuiden.


Las legiones se lanzan al ataque. El avance escudado por los escaramuceadores vélites será muy doloroso en bajas. Las tropas ligeras cartaginesas van a causar muchas bajas en las pantallas de vélites.


Los triarios rápidamente se destacan a los lados para reforzar los huecos que se puedan abrir. Los triarios son un tapón importante pero corren el riesgo de ser atacados por armas de largo alcance que los pueden diezmar. Y son unidades muy pequeñas. Por otro lado, tapar huecos en los flancos significa debilitar el apoyo a la legión en el embiste principal.


Las líneas avanzan al encuentro:


La caballería hace lo que puede frente a los númidas que se acercan, disparan y huyen. Arqueros en la lejanía causan estragos entre la caballería romana. Y los galos, muy superiores en la lucha se acercan. Al primer ataque de los galos el pretor romano ordenará la retirada.


Mientras la caballería romana del extremo se repliega como puede, los gaos persiguen. Y la otra unidad de équites, dirigidos por un pretor ve la oportunidad de atacar a los molestos arqueros.
Al huir los arqueros, los númidas se contagian del pánico. La típica situación de caos y azar que puede decidir una batalla antigua.
La huida de los númidas es una gran noticia para os romanos.


La caballería campana, en el flanco derecho de cartago es rechazada por los triarios. Los romanos chocan con las tropas celtíberas, a las que terminarán derrotando y poniendo en fuga. De repente este flanco cartaginés se ve desbancado.



Finalmente los mercenarios griegos arrasan el centro de os romanos. Aún cuando podrían verse rodeados, su empuje es tal que obliga a huir a casi todo el ejército romano, que ha perdido a muchas tropas en los combates y se ve ya incapaz de vencer la batalla.

Los romanos han maniobrado bien y han vencido la batalla táctica. Pero el empuje de las falanges se hace imparable.

Parece que ha merecido la pena el dinero prometido a los mercenarios. ¿Cumplirá su obligación el cartaginés para con quien tan bien le ha servido?

Todo el ejército romano huye en el turno final. Un turno más y se reagruparían. Y los griegos están prácticaete rodeados. Pero todas las legiones están muy tocadas y parece imposible vencer a los griegos.

Victoria cartaginesa clara. Tanto en bajas como en desmoralización del enemigo.

Los celtíberos han sido muy pobres y la caballería romana, pese a no hacer más que huir, ha sido capaz de aguantar su flanco.


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