lunes, 4 de diciembre de 2017

Moros y Cristianos.

Una nueva batalla en la península entre el viejo reino astur-leonés y las huestes del califato de Córdoba. La resistencia de los tenaces reinos cristianos  intenta de nuevo ser quebrantada como cada año con la llegada de la primavera y la apertura de los accesos a los valles del norte.

Este es un pequeño ejército invasor. Poco pertrechado y formado por nuevos reemplazos bien equipados pero sin demasiada experiencia militar. El grueso ismailita lo forman lanceros y tropas ligeras. Las alas son protegidas por jinetes bereberes. No hay caballería pesada ni nobles guerreros veteranos en el arte de la guerra.


El ejército cristiano lo forman caballeros venidos de todas las villas de la marca fronteriza junto con hombres aportados por los mismos.



Una amplia vanguardia de caballería cristiana sale al paso bordeando el bosque y amenazando el flanco de la línea musulmana.



 Los musulmanes empiezan a maniobrar para ofrecer una línea de defensa a la caballería cristiana.
Los jinetes bereberes del flanco derecho se adelantan para cubrir la maniobra.
Mientras, la caballería del flanco opuesto se desplaza por la retaguardia para también reforzar el otro flanco.


Los jinetes cristianos no hacen sino escaramucear causando numerosas bajas en las filas musulmanas que avanzan para ocupar sus nuevas posiciones. La peor parte se la llevan los jinetes bereberes que son rechazados a la espera de los refuerzos.
Las bajas son enormes y parece que la batalla se va a decidir en el lance de las jabalinas mientras incapazmente se maniobra.


finalmente la línea de infantería musulmana queda desplegada. Entonces los jinetes cristianos atacan al grueso ya reforzado de la caballería berebere. Las bajas por disparo de jabalinas siguen siendo horrorosas.
En poco tiempo estará luchando toda la línea. La caballería cristiana se replegará ante el ataque de los lanceros islámicos. Ambas líneas de infantería chocarán mientras continúa la refriega de caballería.


Por muy poco margen, la superioridad numérica de los musulmanes y su mejor equipamiento  se impone dándose a la fuga toda la línea cristiana cediendo el campo.


4 comentarios:

  1. Preciosos ejércitos pintados y un campo de batalla a juego. Qué más se puede pedir?

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  2. Gracias.
    Hay que pedir más y más ejércitos...
    Y más tiempo para pintarlos y jugar.
    Nunca es suficiente.

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  3. Me encantan vuestros informes!!!
    Fotos preciosas!!!

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  4. Gracias.
    Están siendo unas partidas muy divertidas. Dejando a un lado el aspecto competitivo y disfrutando de las miniaturas.

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