lunes, 20 de febrero de 2017

Orcos vs Imperio


Tras mucho tiempo sin batallar, volvemos a la carga para estrenar el regimiento de ogros imperiales recién pintados de Ángel. Espectaculares miniaturas y un formidable oponente para cualquier hueste de warhammer.






























El ejército imperial se completa con una unidad de alabardas y una unidad de arqueros junto con una simpática compañía de halflings.
Por el otro lado un ejército orco típico. Orcos, arqueros orcos, muchos goblins y para dar color una unidad de orcos sobre jabalíes (Snortas) y una pequeña unidad de snotlings.

Los goblins con arcos y los snotlings se despliegan en los lados en orden de skirmish y se lanzan a por los bosques para tomar posiciones desde las que disparar a los flancos imperiales.


Con los flancos tomados por las hordas goblinoides, los ogros avanzan decididamente confiados en su abrumadora fuerza y superioridad en combate. El resto del ejército imperial se mantiene en reserva.

La lluvia de flechas sobre los ogros es incesante, pero herir a estos bestias es difícil. Ni las bolas de fuego del brujo goblin son peligro para la dura piel de los mercenarios.


Los halfling se atrincheran en su flanco izquierdo parapetándose entre las lindes de los huertos.


Los Ogros atacan a una unidad de orcos arqueros y estos ponen pies en polvorosa aterrados.



Al hacer huir a los orcos, los ogros no han logrado contactar y se encuentran desorganizados sin formar frente a las unidades más fuertes de orcos y goblins. (Si es que una unidad de goblins puede ser llamada fuerte.)

Los orcos no consiguen reunir valor para atacar a los ogros aprovechando su confusión. (Fallan la tirada de miedo que es necesario superar para atacarles.)


Pero los goblins sí son suficientemente arrojados y cargan por el flanco a los ogros desorganizados. Sólo por la fuerza y profundidad de sus filas es muy probable que derroten a los ogros.


En la retaguerdia imperial, los soldados alabarderos son atacados por los "gruntas".


Los ogros huyen pero se reagrupan. Mientras la lucha entre alabarderos y jinetes jabalí se mantiene encarnizada durante varios turnos.
(A diferencia de otras ediciones de reglas, en 3ª edición los combates pueden durar varios turnos. Esto puede ser interesante y también tedioso. Lo cierto es que una unidad de las peores tropas, pongamos goblins, es capaz incluso de aguantar contra la tropa más impetuosa y capaz. Finalmente serán derrotados pero no a la primera embestida.)


Los jinetes no son capaces de resistir más tiempo ante las filas de alabarderos y la llegada de halflings cargando oportunamente por el flanco les convence de huir en pánico.

Orcos con arcos vienen a intentar tapar el hueco.


Los snotlings, generalmente inútiles, hacen un gran trabajo flanqueando en skirmish y lanzando insufribles andanadas de flechas a los imperiales. A punto estuvieron de romper el flanco.


Los ogros vuelven a la carga contra otra unidad de orcos.


De nuevo los orcos huyen ante la embestida y vuelven a desorganizarse los ogros. ¿Es que nadie se enfrentará a esta formidable unidad? Dos veces han cargado y no ha habido combate huyendo aterrados los orcos.


Los Snotlings exultantes ante su cobarde éxito sin dar la cara.


Finalmente reformados los ogros se enfrentan a los orcos. Pero será ya tarde para los orcos que están diezmados sin haber logrado romper ninguna unidad de imperiales. Los ogros ceden terreno ante la superioridad numérica de los ogros, pero todo parece indicar que en cualquier momento los orfcos perderán impetu. El general orco recibe un fuerte mandoble del lider ogro y parece a punto de morir.

Es momento de ofrecer una tregua y retirarse.

Mercenarios como son los ogros es fácil convencerlos de cesar el combate a cambio de un botín.



El líder orco regresa a su aldea donde es atendido por el brujo de la tribu de sus importantes heridas. Nuevas cicatrices de las que vanagloriarse en el futuro.


Entretenida batalla de Warhamer Fantasy Battle 3ª Ed. en el más fiel estilo retro




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