lunes, 22 de febrero de 2016

RECONQUISTA: mercenarios y el poder del arco.

Nueva partida de Warhammer Histórico ambientada en la reconquista española. Hoy se ven las caras dos ejércitos en el llano de este verde prado.
La superioridad numérica de los árabes parece abrumadora. Se trata del ejército de una Taifa rica y próspera, que cuenta con un enorme contingente de caballería e infantería. 
Además, las tropas musulmanas cuentan con un contingente de mercenarios cristianos. Nada menos que una hueste de caballeros pesados como guardia personal del gobernador de la taifa.


Abajo tenemos las filas moras.


Los cristianos son menos numerosos pero cuentan con potentisimos contingentes de caballeros y numerosas tropas de arqueros. Pero carecen de infantería y corren el riesgo de ser rodeados por la inmensa linea de batalla mora.

Los cristianos cuentan también con tropas de mercenarios. Sobre todo arqueros. Sin duda pagados con los tributos cobrados a los moros para evitar batallas como esta.


 Al fondo, en el flanco izquierdo moro, la caballería ligera berebere y la nobleza andaluza ya ha comenzado a hostigar y rodear a los cristianos.

La fuerza de choque de mercenarios cristianos queda en reserva.


En el otro flanco, la caballería rodea el bosque para atacar la retaguardia cristiana. Por el fondo escaramuceadores se aprestan a atacar desde la distancia con hondas.


Los cristianos se ven superados en número constantemente. Hagan lo que hagan tienen caballería mora siempre a la espalda y los flancos.


La caballería cristiana se queda detrás de la cortina de arqueros. La constante lluvia de saetas cristianas cayendo sobre la caballería mora empieza a hacer efecto. Por más que los moros rondan atacando las filas cristianas, no se atreven a cargar contra los peligrosos caballeros cristianos. Y ante la duda la incesante lluvia de flechas los va diezmando.



Parece que la caballería ligera no logrará nada hoy. Diezmada e impotente ante la lluvia de flechas cede terreno. Va llegando la hora de la caballería pesada.


Los mercenarios cristianos del bando moro reciben la orden de cargar finalmente y ganarse su soldada. Los caballeros cristianos contracargan.

Ambos contendientes están a igual altura en armamento y formación. 

¡Que Dios decida!


Parece que Dios premia a sus fieles castigando a los traidores mercenarios que luchan contra su fe a sueldo de los moros.

La caballería mercenaria es puesta en fuga y se retira. El propio gobernador resulta herido en singular combate con el caudillo cristiano.


Memorable acción de armas con los arqueros y tropas ligeras como protagonistas que machacaron a la molesta y peligrosa caballería mora sin que pudiera se apoyada por sus propios arqueros metidos en los fuertes batallones de infantería.


Resultaron demoledoras las unidades de arqueros capaces de mover y orientarse al tiempo que disparaban, mientras que los moros en enormes falanges compuestas sólo podían disparar si quedaban inmóviles.

Una victoria para los cristianos, pero no la derrota definitiva para los moros que ya reúnen dinero para reclutar un nuevo ejército.





No hay comentarios:

Publicar un comentario